Las Sales de Schüssler son compuestos minerales inorgánicos que forman parte de las estructuras celulares. El Dr. Schüssler centró su terapéutica en 12 sales minerales que están presentes en los tejidos del organismo y que ingerimos de forma habitual mediante nuestra alimentación.
Wilhelm Heinrich Shüssler, nació en 1821 en Bad Zwischenalhn (Oldenburg), región germánica de Ammerland. Inició sus estudios de medicina a los 31 años, en París, más tarde se trasladó a la universidad de Berlín y se licenció en Giessen.
Abrió su consulta como médico y para asistir en los partos en Oldenburg. Más tarde, siguió la temática terapéutica del creador de la homeopatía, Dr. Samuel Hahnemann (1755 – 1843); los trabajos de investigación (función de las células) del Catedrático Rudolf Virchow (1821 – 1902), patólogo del hospital Charité de Berlín; así como los descubrimientos del científico holandés Jacob Moleschott sobre la importancia de las sales minerales para el funcionamiento de los organismos humano y animal. Fue entonces cuando Shüssler, averiguó sobre la idea de utilizar las sales de un tejido como un remedio para enfermedades de ese mismo tejido. Descubrió que en los diferentes tejidos y órganos prevalecen distintas sales minerales. Por ejemplo: en el tejido muscular halló básicamente fosfato de potasio y fosfato de magnesio, en las membranas mucosas cloruro potásico, y en el tejido óseo fosfato cálcico.
En sus primeras pruebas, administró fosfato de magnesio a enfermos con calambres musculares y claramente los síntomas cesaron. En aquella época, numerosos pacientes tratados con la medicina habitual del momento, fallecían de difteria. Schüssler, trató con éxito a más de 1.000 niños que padecían dicha enfermedad mediante clorudo potásico. Después de investigaciones exhaustivas y de verificar la práctica delimitó su método para tratar la patología celular a través del tratamiento bioquímico.
Es importante tener en cuenta, que las Sales de Schüssler no proporcionan al cuerpo los minerales que necesita, sino que permiten compensar y restablecer las alteraciones en la absorción y distribución de los minerales durante una enfermedad. Por ejemplo, en los calambres, se produce un trastorno de la distribución molecular, de manera que los iones de magnesio del cuerpo no están utilizables cuando son necesarios: “la sal pertinente no está en el lugar adecuado en el momento adecuado”. En este caso descrito, sería la sal de Magnesium phosphoricum D6, la encargada de que las partículas de magnesio puedan llegar correctamente a las células musculares para calmar el dolor provocado por los calambres.
En próximos artículos, podréis ir viendo con detalle cada una de las sales, de manera que os podáis ir familiarizando con sus propiedades y usos más habituales. Pero, ya que en este último caso estamos con el fosfato de magnesio (Mag. HPO4 más H2O) haré sobre ello un tanto más de historia químico-biológica.
Mag. HPO4 más H2O, es uno de los componentes de los huesos, músculos, nervios, cerebro y dientes. La alteración de sus moléculas causa dolor y calambres.
Las fibras del sistema muscular se relajan por la alteración funcional de las moléculas del hierro, y por el contrario, se contraen las fibras musculares a través de la alteración de las moléculas de la Magnesia Phosphorica, por lo que, el hierro y la Mag. Phosph. se puede decir que son antagonistas en su acción.
La acción general del Magnesium Phosphoricum D6, sirve para los dolores espasmódicos y que cambian de lugar. Reduce los impulsos nerviosos que conducen a los músculos: calambres, cólicos en los órganos abdominales (estómago, vejiga, vesícula biliar, intestinos).
Es fundamental para los procesos de producción de energía celular. Este tratamiento bioquímico disminuye la actividad tanto de los músculos y nervios que podemos controlar (brazos, piernas, mandíbula), como para los que no podemos controlar (músculos del corazón, músculos vasculares, músculos del estómago y del intestino).
Los comprimidos de esta sal de Schüssler, además de lo anteriormente mencionado, es adecuada para los ataques de tos, menstruación dolorosa, dolores de dientes, insomnio, nerviosismo, agitación, pánico escénico, como coadyuvante para reducir dolores reumáticos, se puede tener en cuenta para casos de migraña, dolores de cabeza lancinantes, contracción espasmódica de la garganta y calambres en piernas.